Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la
Provincia de Buenos Aires (Ley Nacional 26.827)

Al cumplirse un año de la constitución del sitio, una multitud acompañó una nueva conmemoración por el 24 de marzo organizada por el consejo del sitio para la memoria, defensa y promoción de los derechos humanos ex centro clandestino de detención Pozo de Quilmes. Durante todo el día, unas 300 personas de la comunidad quilmeña recorrieron el edificio junto a sobrevivientes. El acto central incluyó una intervención con pintadas de pañuelos en la calle hasta el hospital Isidoro Iriarte, en homenaje a Rosita, nacida en cautiverio, a su mamá, y a las enfermeras desaparecidas por brindar a la familia información sobre el parto.

Desde la creación del sitio de memoria en el ex centro clandestino de detención Pozo de Quilmes, el consejo de gestión —integrado por la Comisión Provincial por la Memoria, el colectivo Quilmes, memoria, verdad y justicia, el municipio de Quilmes y la secretaria de DDHH de provincia— impulsó como política del sitio abrir el espacio a la comunidad. La recuperación de estos lugares como espacios para la promoción y defensa de los derechos humanos implica el desafío de convocar a la sociedad y a las organizaciones territoriales no sólo para conocer lo que pasó allí durante el terrorismo de Estado sino también para definir las líneas de trabajo sobre el presente.

Bajo ese mandato, y al cumplirse un año de su constitución, el consejo del sitio decidió abrir el espacio para que la comunidad recorra el Pozo de Quilmes con los sobrevivientes del ex CCD. Desde la mañana y hasta las 16 de la tarde, se realizaron las visitas por la zona de calabozos del edificio donde funcionó la Brigada de Investigaciones de Quilmes. Los sobrevivientes Ruben Shell, Walter Docters, Alberto Derman, Osvaldo Abollo y Néstor Rojas fueron acompañando a cada uno de los visitantes: estudiantes y educadores de escuelas secundarias y universidad, concejales del partido, integrantes de organizaciones sociales y muchos vecinos del barrio que se acercaron espontáneamente.

“Reafirmamos la voluntad de los que ya no están, reafirmamos el trabajo con las nuevas generaciones y con las organizaciones territoriales para mantener intacto esos sueños de igualdad”, señaló Víctor Mendibil, copresidente de la CPM durante el acto central que se realizó frente al edificio de Garibaldi 650. Junto a Mendibil, también estuvieron, el secretario de la CPM Roberto Cipriano García y la directora general Sandra Raggio.

“Nos quieren robar la memoria de la dignidad de nuestro pueblo, de los que luchan por su trabajo y sus derechos”, agregó Arturo Blatezki del colectivo Quilmes, memoria, verdad y justicia. Por último, José Estevao -de la subsecretaría de derechos humanos del municipio de Quilmes- destacó el trabajo que el consejo del sitio comenzó convocando al foro de organizaciones para que “todos los sectores de la sociedad participen en la construcción colectiva de este espacio”.

Junto a los miembros del consejo y los sobrevivientes, participaron del acto familiares de víctimas que pasaron por el CCD, y las familias de Matías Banuera y Gabriel Godoy, dos jóvenes asesinados en Quilmes por las fuerzas de seguridad. Acompañaron también la jornada múltiples organizaciones sociales, políticas y organismos de derechos humanos.

Luego de las palabras de los oradores, se hizo una pintada de pañuelos que recorrió los 100 metros de distancia que hay entre el Pozo de Quilmes y el hospital Isidoro Iriarte. El sentido de esta marcación fue recordar el nacimiento de Rosita, hija de Silvia Valenzi secuestrada en el CCD y trasladada al hospital para dar a luz. Rosita y Silvia continúan desaparecidas.

La marcación también es un acto de homenaje a las enfermeras del hospital María Luisa Martínez y Generosa Fratassi que, a los pocos días del parto, fueron secuestradas por brindar información a la familia de Silvia sobre el nacimiento de su hija. El doctor Blanco, quien echó al medico de la policía Bergés de la sala de parto, acompañó este momento.

En el marco del acto también se instaló en el edificio del sitio la obra “Yo quiero a mi bandera” donada por el artista plástico Oscar Staffora.

Hace un año, se realizaba la primera conmemoración del 24 de marzo en el Pozo de Quilmes ya convertido en sitio de memoria con el masivo plural acompañamiento de la sociedad quilmeña. Este nuevo acto consolida ese mandato de abrir el espacio a la comunidad, de fortalecer los vínculos territoriales para ampliar las bases de acuerdo a partir de los cuales construir el sitio.

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