“A Haroldo Conti, que era un escritor
argentino de los grandes, le advirtieron en octubre de 1975 que las fuerzas
armadas lo tenían en una lista de agentes subversivos (...) a principios
de 1976 me escribió una carta a Bogotá en la cual era evidente
su estado de tensión. (...) Haroldo Conti tenía entonces
51 años, había publicado siete libros excelentes y no se
avergonzaba de su grande amor a la vida. (...) el 4 de mayo de 1976 escribió
toda la mañana en el estudio y terminó un cuento que había
empezado el día anterior: “A la diestra”. (...) Al
anochecer ayudó a Marta a poner cortinas nuevas en el estudio,
jugó con su hijo de tres meses (...) A las 9 de la noche, después
de comerse un pedazo de carne asada, se fue a ver “El Padrino II”.
(...) cuando volvieron a las 12:05 de la noche, quien le abrió
la puerta de su propia casa, fue un civil armado con una ametralladora
de guerra. Adentro había cinco hombres con armas semejantes que
los derribaron a culatazos y los aturdieron a patadas. (...) Haroldo y
Marta fueron conducidos a dos habitaciones distintas mientras el comando
saqueaba la casa hasta no dejar ningún objeto de valor”.
(Fragmento de la carta del escritor Gabriel García Márquez
el 20 de abril de 1981, publicada en la revista “Proceso”
de México) |