Las muertes producidas por intervención policial son la consecuencia más grave de las rutinas o prácticas policiales. Desde 2016 la CPM lleva adelante un registro anual de muertes producidas por el uso letal de la fuerza en el territorio de la provincia de Buenos Aires; en este periodo, se registraron 742 casos, lo que representa una muerte cada tres días. El poder judicial y el poder ejecutivo no problematizan ni abordan la prevención y se suma a la carencia o deficiencia en la investigación de los hechos.

En 2021 registramos 120 muertes producidas por policías. Del total de víctimas, 25 tenían menos de 18 años, el número más alto de los últimos seis años.

Respecto a la circunstancia en la que se produjo la muerte, 59 de los 120 casos fueron en el contexto de una tentativa o robo de bienes personales del personal policial; las segundas circunstancias fueron persecución (14) y robo de bienes de terceras personas (13). Al sumar las categorías de robo de bienes personales y de terceras personas, observamos que en el 59% de los casos la muerte se produjo en conflictos asociados a la sustracción de bienes personales. Es decir que todas esas muertes se generaron para la preservación de bienes materiales.