HIV – SIDA

A mediados de los años ochenta a partir de la explosión de la pandemia HIV SIDA, la Dirección de Inteligencia comenzó a puntualizar los primeros casos de las ciudades más importantes de la provincia de Buenos Aires. El objetivo era individualizar al infectado, crear un mapa de su círculo de relaciones, que podrían ser futuros focos infecciosos. Con esta concepción la DIPPBA puso en funcionamiento su aparato burocrático y territorial –pedidos de informes a las delegaciones de inteligencia, intercambio de información con otras dependencias policiales, solicitudes a los hospitales- , la información reunida se archivó en cuatros tomos caratulados S. I. D. A. (Mesa Referencia nº 18.398). La producción de información sobre particulares se realizaba a partir de la información de los medios de comunicación, de ambientales en los territorios  (hospitales, llamados a personal de la salud). También se puede encontrar recorte periodísticos donde se da cuenta desde explicaciones socio ambientales de cuáles son los portadores: homosexuales, travestis, drogadictos y personas provenientes de Haití, en la jerga la época, las cuatro H: haitianos, homosexuales, hemofílicos y heroinómanos.

Una vez más la Dirección de Inteligencia desplegó su fuerza de espionaje, en una temática que no requería un proceso contravencional, sino sólo moral.