HISTORIA
Ubicado a unos 5 kilómetros al oeste desde la plaza Independencia de la capital tucumana, el pozo de agua que formaba parte del sistema ferroviario fue dispuesto por las fuerzas armadas y de seguridad para la inhumación clandestina. El Pozo fue parte de un sistema concentracionario y de exterminio entre mediados de 1975 y principios de 1976, en el marco del Operativo Independencia, y durante la dictadura (marzo de 1976-1983).
El Pozo de Vargas, que lleva su nombre por la familia propietaria del predio, fue construido a fines del siglo XIX para abastecer de agua a las máquinas ferroviarias de vapor; los pozos estaban distribuidos a lo largo de la traza ferroviaria para tener disponibilidad de los recursos hídricos. Para 1975 el Pozo de Vargas ya no cumplía con su función original, pero estaba ubicado estratégicamente por ser nodo conector de tres departamentos densamente poblados: Tafí Viejo, Yerba Buena y San Miguel de Tucumán.
A partir de la denuncia de vecinos, familiares y organismos de derechos humanos, que aseveraban la existencia de un pozo empleado para el ocultamiento de cuerpos, hacia fines del año 2001 se visita la finca de Vargas con la intervención del Grupo interdisciplinario de arqueología y antropología de Tucumán (GIAAT). Luego, el 8 de mayo de 2002, se localizó la construcción subterránea de 3 metros de diámetro y aproximadamente 40 metros de profundidad, que había sido ocultada para borrar evidencia.
En el 2004 se produce el primer hallazgo de segmentos óseos humanos. Desde 2009 y hasta el presente, algunos peritos del GIAAT conforman el Colectivo de arqueología, memoria e identidad de Tucumán (CAMIT) retomando los trabajos de arqueología forense y recuperando más de 38.000 segmentos óseos humanos (enteros o fragmentados) que conforman un universo de 148 personas, dato arrojado por los perfiles genéticos, de las cuales 120 serían hombres y 28 mujeres. También recuperaron ropa, calzados y objetos personales de las víctimas, como también proyectiles, tabiques y mordazas y demás materiales culturales asociados a múltiples escenas del crimen. En el 2011, desde Buenos Aires, la Iniciativa latinoamericana para la identificación de personas desaparecidas (ILID) del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) analizó las muestras genéticas e identificó a 113 personas.
La pericias de arqueología forense y el análisis de muestras genéticas se desarrollan en el marco de la causa judicial “Romero Enrique s/su denuncia”, expediente 400140/2002, a cargo del Juzgado Federal 2 de Tucumán.
PROCESO DE DESAFECTACIÓN, EXPROPIACIÓN O RECUPERACIÓN
El Pozo de Vargas está bajo tutela judicial (medida de no innovar y en proceso de investigación por parte de los peritos del CAMIT), y en diciembre 2015 fue declarado por ley nacional 26691 como sitio de memoria del terrorismo de Estado. Por las vías pertinentes se están realizando las gestiones para la expropiación del espacio que comprende no solo la inhumación clandestina sino el campo de concentración y exterminio Finca de Vargas.
EL SITIO HOY
En el Pozo de Vargas se realizan procesos de memoria tales como:
- Acompañamiento a familiares durante el proceso de elaboración del duelo y restitución de su familiar.
- Reconstrucción de la historia de vida de las víctimas a partir de los archivos familiares e institucionales, como también la activación de la memoria de otros actores sociales entrelazando el tejido social entre familiares y personas que los conocían.
- Actos de conmemoración (cumpleaños, día del padre, de la madre, entre otros) de las víctimas recuperadas e identificadas.
- Plantación de un árbol correspondiente a cada persona recuperada.
- Visitas guiadas a estudiantes, docentes, y población en general (ejemplo: La escuela va al Pozo).
Todas estas actividades son desarrolladas por los familiares con el acompañamiento del CAMIT (previa autorización judicial).
JUSTICIA
Las víctimas recuperadas e identificadas en el Pozo de Vargas hasta el presente integran un universo de secuestrados de varias provincias y desaparecidos entre 1975 y 1977: estudiantes y docentes, políticos, abogados, trabajadores del surco, textiles y ferroviarios, referentes sociales. Debido a esto, el Pozo de Vargas atraviesa distintas causas judiciales: en Tucumán, Arsenales Miguel de Azcuénaga, Arsenales y Jefatura I y II, Operativo Independencia I y II, y otras en Jujuy y Santiago del Estero.
Fotografías: CPM, Pablo Tesoriere