CATÁLOGO DEL MAM
Año 2017
Las muestras exhibidas durante este año retoman el ejercicio de buscar y exponer continuidades y discontinuidades, causas y consecuencias, razones -por más arbitrarias e injustas que parezcan- para evitar la repetición de la historia. Los hechos aislados y la sistematicidad, los desaparecidos de la dictadura y los sin derechos de la democracia, la tortura seguida de muerte y la violencia institucional, la infancia secuestrada de ayer y la niñez olvidada de hoy son los ejes que atraviesan las muestras.
muestras exhibidas
Doble residencia de Juan Carlos Romero
Historia en movimiento
Historietas contra la represión
Infancias y otras fronteras de Mariana Chiesa
El año comenzó con el montaje de Doble residencia, del artista Juan Carlos Romero. Una muestra que reúne 40 fotos tomadas por Gustavo Lowry de la colección de máscaras (antiguas, regionales y contemporáneas) de Juan Carlos Romero. La serie capta los diversos rostros del artista: un yo tensionado por el habitáculo de las múltiples máscaras que Romero ha reunido a lo largo de su vida. Al enmascararse en esta foto-performance, Romero nos invita a sumergirnos en un tiempo y un lugar que desconoce fronteras y que nos impulsa a interiorizar lo propio pero enlazado con lo ajeno. Y así atestigua, una vez más, que lo que vemos nos mira.
A esta muestra le siguió Historia en movimiento, una exhibición que busca respuestas y marcas de ayer en el presente. Intenta dar respuesta a cómo se llegó al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y cómo fue posible esa violencia masiva, planificada y racional que perpetró el Estado contra miles de personas. Un recorrido por textos, documentos de archivo, imágenes y videos que señalan las condiciones que lo propiciaron, quienes fueron sus responsables y para qué lo hicieron. Su legado, el horror y una pregunta: ¿se puede evitar la repetición?
El 8 de mayo, en el 30 aniversario de la Masacre de Ingeniero Budge, la Comisión Provincial por la Memoria inauguró una muestra con el lema “el nunca más de hoy es ni un pibe menos”. Las imágenes que conforman Historietas contra la represión fueron hechas por diferentes dibujantes con el fin de integrarse a las campañas anti represivas orientadas a denunciar la violencia policial e institucional en Argentina. Los trabajos abordan las historias reales de jóvenes víctimas de hostigamientos, persecuciones, detenciones arbitrarias, secuestros, torturas, desapariciones y asesinatos. Son historias ocurridas en diversos momentos y regiones de nuestro territorio, que se enmarcan en prácticas que perduran y se asemejan. No se trata de hechos aislados, excesos, abusos ni responsabilidades individuales sino de un problema sistemático y estructural fuertemente invisibilizado que compromete a una trama compleja de actores e instituciones. Las estadísticas señalan que entre 1983 y 2016 fueron registradas 4.960 muertes por causas de violencia policial o institucional, cifra a la que deberían sumarse las ocurridas en lugares de encierro y las no denunciadas. Se trata de muertes causadas por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado. La serie de historietas, curada por Daniela Drucaroff, busca darle voz a un asunto urgente.
Infancias y otras fronteras, de Mariana Chiesa, es una muestra que nos habla de ese territorio común de la humanidad al que llamamos infancia, territorio que heredamos y que caminamos: el de las posibilidades de ser y, por lo tanto, de las posibilidades de ser del mundo. Con grabados, bordados, libros e ilustraciones, Chiesa nos cuenta historias que nos interpelan desde la ternura, desde el rigor artístico y, fundamentalmente, desde la responsabilidad. Imágenes de niños, niñas y adolescentes migrantes, desamparados, vulnerables, víctimas de la desigualdad social, de un mercado de trabajo opresivo e inhumano y, finalmente, víctimas predilectas de las fuerzas de seguridad. Cuando el Estado los olvidó, cuando todos los marcos institucionales de socialización fracasaron o no alcanzaron, ¿dónde quedará ese niño? ¿Qué futuro arrastrará? Frente a la violencia, a la desigualdad y a la criminalización de la infancia, buscamos un camino, una fuga hacia el futuro que sólo es posible cuando sus derechos son reconocidos, respetados y protegidos.