ARCHIVO ORAL

Archivo oral

La CPM se propuso desde sus inicios establecer un diálogo entre la sociedad civil y el Estado, con la participación de organizaciones sociales de todo el territorio provincial y sumando a las nuevas generaciones al debate sobre nuestro pasado reciente. A partir de sus diversas áreas y programas de trabajo fue recogiendo diferentes voces en el territorio que daban cuenta de las violaciones a los derechos humanos en el pasado y en el presente. En el año 2008 comenzó a realizar entrevistas en profundidad que, sumadas a los testimonios tomados anteriormente, conformaron el Archivo Oral memorias encontradas.

Fondo abierto.

Introducción y fundamentos del Archivo Oral

Desde su creación en el año 1999, la CPM (creada por Ley 12.483) ha tenido entre sus principales objetivos “contribuir a mantener viva la historia reciente de nuestro país, analizar causas, consecuencias y transmitir las lecciones y legados dejados por la represión y el terrorismo de estado; colaborar en la reconstrucción de la historia reciente de las diferentes comunidades como vehículo de formación de su identidad y preservación de sus valores, y recopilar, archivar y organizar toda la documentación relacionada con el autoritarismo durante todos los golpes militares y en particular con el terrorismo de estado instaurado a partir del año 1976, para facilitar la investigación académica y judicial, la búsqueda de la verdad histórica y la justicia”. Desde sus inicios, la CPM buscó establecer un diálogo entre la sociedad civil y el Estado, con la participación de organizaciones sociales de todo el territorio provincial y sumando a las nuevas generaciones al debate sobre nuestro pasado reciente; buscó la problematización y la pluralidad de memorias frente a la posibilidad de instalación de “una” memoria oficial». Este trabajo se hizo en todo el territorio provincial reconociendo de esta manera los diferentes momentos y procesos que se estaban viviendo en cada localidad. Pero además, pensando la memoria no como una simple rememoración del pasado sino como una clave que nos permita iluminar el presente, hacerlo visible. Conocer el pasado para hacer una apropiación significativa en pos de una mirada crítica del presente y de la construcción de un futuro sobre la base del Nunca Más y la plena vigencia de los derechos humanos.

En este sentido, creemos que el lugar privilegiado que ha ido construyendo la CPM -por las características de sus integrantes, por el trabajo territorial desarrollado con otras organizaciones sociales y de derechos humanos en todo el territorio provincial, por la apertura que ha realizado del archivo de inteligencia policial, y sobre todo por su trabajo con estudiantes y docentes- le permite aportar nuevos testimonios y discursos, originales, diferentes a los ya circulantes.

En el desarrollo de los programas de trabajo de cada una de sus áreas aparecen nuevas voces, nuevos actores sociales, nuevas generaciones, que tienen cosas para decir. Por ejemplo, en los testimonios vinculados al archivo de la DIPPBA, aquellas personas que se acercan a buscar sus papeles al archivo policial, ponen en diálogo los documentos con sus propias memorias. La “memoria oficial-policial” dialoga con la memoria individual. Proponen un punto de partida distinto, inédito. Pero además, son los propios interesados los que se acercan al Archivo. Muchas veces es la primera vez que se atreven a evocar su pasado o el de sus familiares. Hay una voluntad de saber, de discutir, de desenterrar lo que ha estado deliberadamente olvidado. A veces por la necesidad de dejar un legado a las nuevas generaciones (para los hijos o nietos), otras para buscar explicaciones. Esto hace que generalmente lleguen con una necesidad de hablar, de contar, de querer transmitir lo que vivieron. O la línea de trabajo que se realiza a través del Comité contra la Tortura: rescatar las historias de vida de las personas privadas de su libertad, víctimas de violaciones a los derechos humanos en el presente, invisibles para el resto de la sociedad, y a las que muy pocas personas o instituciones “de afuera” logran llegar. O los relatos de las víctimas de la violencia institucional policial que se vinculan con la Comisión a través del Programa de seguridad democrática. O las víctimas que participan en los juicios por delitos de lesa humanidad. O los artistas que comprometidos en su obra con el pasado y con el presente, han expuesto en el Museo de Arte y memoria.

Si pensamos la memoria como un lugar de disputa (del significado del pasado pero también del presente) de tensiones, dinámico, donde el conflicto es parte constitutiva de ella, la diversidad de los testimonios es fundamental para la construcción de un archivo oral.

El objetivo del programa de historia oral es contribuir a la construcción y utilización de fuentes orales para estudios sobre la historia reciente de la Argentina -más específicamente relacionada con las violaciones a los derechos humanos tanto en el pasado como en el presente-.

La importancia de la historia oral

A diferencia de otras fuentes utilizadas por historiadores y por las ciencias sociales en general, las fuentes orales son fuentes creadas en el presente.

La historia oral se concentra en la experiencia directa de la vida de las personas. A través de la entrevista apelamos a su memoria y a los recuerdos, que se transforman en fuentes orales para un historiador. Como dice Alessandro Portelli, en la historia oral no hay testigos. Quien nos cuenta es un protagonista; la historia oral es siempre autobiográfica: el narrador nos habla de él en relación a un acontecimiento. Y esa narración, es de por si un hecho histórico. Si bien como toda fuente histórica nos puede aportar información que no está documentada en otro tipo de fuente, su importancia radica en qué nos cuenta, cómo nos cuenta, qué olvida y qué recuerda esa persona. Nos hablan acerca del significado de los hechos, mas que de los hechos en sí­ mismos. Lo importante no es el acontecimiento, sino el relato sobre ese acontecimiento en donde se pusieron en juego el deseo, la imaginación y la construcción de sentido. El acontecimiento tamizado por la memoria, por el trabajo de la subjetividad: se trastocan los tiempos, la cronología; se unifican a nivel simbólico distintos hechos, se “acomodan” a nuestra mirada actual. Dice Alessandro Portelli: “nos dicen no sólo lo que la gente hizo, sino lo que deseaba hacer, lo que creía estar haciendo y lo que ahora piensa que ha hecho”.

Las entrevistas son documentos del presente, no del pasado. La historia oral es siempre una obra abierta, una obra inconclusa.

Guía de fondos y colecciones

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