Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la
Provincia de Buenos Aires (Ley Nacional 26.827)

Este martes se señalizarán las comisarías de Laferrere y General Madariaga como lugares donde funcionaron centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar; la marcación de estos espacios fue impulsada por estudiantes de escuelas secundarias en el marco del programa Jóvenes y Memoria. Hoy la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) le entregará a Cecilia De Vicenti, hija de Azucena Villaflor, los documentos que la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) elaboró sobre la fundadora de Madres de Plaza de Mayo en un acto que se realiza en el sitio de memoria cementerio de General Lavalle, otro espacio recuperado por jóvenes a partir del programa de la CPM.

La fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, fue desaparecida el 10 de diciembre de 1977; su cuerpo fue hallado muchos años después en una tumba NN en el cementerio de General Lavalle. A pocos días de cumplirse los 41 años de su desaparición, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) le entrega a Cecilia De Vicenti, hija de Azucena, los documentos que la Dirección Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) elaboró sobre su mamá. El acto se realiza hoy a las 13 horas durante la jornada  de memoria en el sitio de cementerio de General Lavalle.

Durante la última dictadura cívico-militar, los cuerpos de los detenidos que fueron arrojados al mar en los vuelos de la muerte aparecieron, un tiempo después, en las costas del Mar Argentino. Todos ellos fueron enterrados como NN. En el cementerio de General Lavalle se encontraron, hasta el momento, 33 cadáveres de los cuales 19 ya han sido identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Desde el año pasado, por ordenanza municipal, el cementerio es un sitio de memoria. El proyecto fue promovido por un grupo de docentes y estudiantes de la EEM 1, en el marco del programa Jóvenes y Memoria, que venía investigando desde el 2011 la historia clandestina de la necrópolis local. Como parte de esa tarea de reconstrucción de la historia, y a partir del vínculo con la CPM —que tiene la guarda y gestión del archivo de la CPM— se hace la entrega de los documentos de inteligencia.

El 12 de junio de 1977, meses después de la fundación de Madres de Plaza de Mayo, la DIPPBA elaboró una ficha personal de Azucena Villaflor que tiene como primer legajo la denuncia de desaparición, realizada por Azucena, de su hijo Néstor De Vicenti y de la novia Raquel Mangin, secuestrados el 30 de noviembre de 1976.

En esa misma ficha se asentará un legajo del 13 de diciembre de 1977 que da cuenta de la denuncia de Pedro Carmelo De Vicenti, compañero de Azucena, por la detención de su esposa por parte de cuatro personas armadas que se desplazaban en un Ford Falcon. Hasta su disolución en 1998, la DIPPBA siguió recolectando información de referencia sobre Azucena Villaflor, desde las cartas que reclamaban su aparición en los años dictatoriales hasta los volantes y actividades que Madres de Plaza de Mayo realizaba en los aniversarios de su desaparición.

General Lavalle fue uno de los tantos sitios donde fueron enterrados los cuerpos devueltos por el mar. En el cementerio de General Madariaga, por lo menos, 11 víctimas del terrorismo de Estado fueron inhumadas en tumbas NN; hasta ahora, sólo dos fueron identificados. Todo esto también  fue investigado por un grupo de jóvenes y docentes que participan del programa de la CPM. Destino clandestino I y II fueron las investigaciones presentadas por la EES 3 de esa localidad en los últimos dos años.

Mientras hacían estos trabajos, la Secretaría de Derechos Humanos le entregó un mapa que identificaba a la comisaría de Madariaga como centro clandestino de detención; con este dato, durante el último año, decidieron investigar con mayor profundidad la historia de la dependencia policial. Una historia que poco había sido narrada hasta entonces. Entre las personas que pasaron por la dependencia estuvieron Jorge Vázquez y Alfredo Valente, dos militantes que se habían exiliado en el interior, pero que no lograron impedir  la persecución. Fueron secuestrados en la comisaría local y luego trasladados. Los dos permanecen desaparecidos.

Tras estas investigaciones, y articulando el trabajo con la Comisión por la memoria, la verdad y la justicia de Madariaga, jóvenes y docentes de la EES 3 impulsaron la señalización de la comisaría que se realizará este martes a las 10 horas.

En el mismo momento, la dirección nacional de sitios marcará la comisaría de Gregorio Laferrere como ex centro clandestino de detención. En el 2015, también en el marco de Jóvenes y Memoria, la comunidad educativa de la EES N 17 de La Matanza realizó una investigación sobre las memorias del terrorismo de Estado en el barrio, a raíz de ese trabajo fueron reconstruyendo el rol que tuvo la dependencia policial.

Durante la última dictadura militar, la entonces subcomisaría de Laferrere funcionó bajo la órbita del 1º Cuerpo de Ejército y formó parte de un circuito de represión integrado por la Brigada de Investigaciones de San Justo, el Pozo de Banfield, la Subcomisaria de Haedo y la cárcel de Devoto. En el esquema de represión, la subcomisaría operó como un centro de derivación, el paso previo a la legalización. Por lo menos, 14 personas pasaron por la dependencia policial, una de ellas continúa desaparecida.

Estos tres trabajos que terminaron por impulsar la recuperación o señalización de lugares asociados al terrorismo de Estado son una muestra del compromiso de las nuevas generaciones con la memoria y la defensa de los derechos humanos.

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