El espía y la palabra:

historias de espionaje y censura sobre la literatura

Junto al accionar represivo de las Fuerzas Armadas y fuerzas de seguridad, la última dictadura militar desplegó un enorme aparato de control autoritario sobre la sociedad. En el ámbito de la cultura, los militares censuraron toda obra calificada de “subversiva” e intervinieron las instituciones culturales.

Los archivos de inteligencia revelan que, aunque no todo se prohibía, todo se controlaba. La asesoría literaria del Departamento de coordinación de antecedentes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) era el órgano encargado de analizar, clasificar las obras literarias de acuerdo a su grado de “peligrosidad” y “grado de desarrollo ideológico”, y finalmente recomendar su circulación o censura.

En el marco de la comunidad informativa, la SIDE compartía con las demás agencias de inteligencia sus informes de antecedentes. En el archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA), que la Comisión Provincial por la Memoria gestiona desde el 2001, se encuentran varios de esos informes.

La serie El espía y la palabra: historias de espionaje y censura sobre la literatura retoma algunas de las obras, escritores y escritoras que fueron analizados y registrados por la inteligencia militar. Escritores y escritoras que, en su gran mayoría, fueron censurados, obligados a partir al exilio y, en algunos casos, asesinados por su militancia.

Agradecemos a Selva Almada, Gabriela Cabezón Camara, Horacio Fiebelkorn, Carlos Ríos y Horacio Cavallo por su participación en esta serie. Escritores y escritoras contemporáneas que ponen su voz para contar estas historias.

Elsa Bornemann. Un elefante ocupa mucho espacio

En 1977 el Poder Ejecutivo prohibió la distribución, venta y circulación de este libro de cuentos infantiles en todo el territorio nacional, el secuestro de los ejemplares que se encontraban en depósito y la clausura de Ediciones librerías Fausto, su editorial.

“Esta gente (los militares) tan megalómana se creyó que, por ejemplo, el cuento de los comesoles o el del año verde estaban dedicados a ellos. Distorsionaron todo. Por ejemplo, el cuento Un elefante ocupa mucho espacio lo escribí porque nunca me gustaron los circos -salvo los magos, los trapecistas que me siguen gustando y me encantan- no me gustó lo de las torturas a los animales para que hagan cosas similares a nosotros. He llegado a lo conclusión de que nos consideraban como pueblo-animal, circo-país, pueblo-animales… ellos se sintieron los domadores, se autodedicaron la mayoría de los cuentos.” Le conto Elsa a Carlos Sahade en una entrevista  en 1988.

Efectivamente, en el legajo N° 2791 la SIDE da cuenta de un detallado análisis de cada cuento incluido en Un elefante ocupa mucho espacio, del cuento que da nombre al libro afirma: narra las alternativas que se producen en un circo cuando todos los animales, liderados por un elefante inician una “huelga general de trabajadores”. En este cuento, se evidencia la intencionalidad de la autora, a través de una forma cooperante de desgregación social, tratando de sembrar ideas disolventes en la mente infantil. O en el caso de Cuento con caricia señalan que muestra la importancia de una caricia entendiendo a ésta como símbolo de amor.

Cuando fue prohibida, su padre le aconsejó el exilio pero Elsa se quedó para no “morir de pena” lejos de su país y de su gente. Falleció en Buenos Aires, el 24 de mayo de 2013 con 61 años.

 

Gabriela Cabezón Cámara San Isidro, provincia de Buenos Aires. Escritora y periodista, es autora de La virgen cabeza, Le viste la cara a Dios, Beya, Romance de La Negra Rubia y Las aventuras de la China Iron, novela con la que fue finalista del Booker Prize 2020 y elegida entre los libros del año en la edición en español del New York Times y de El País de España.

mario benedetti. esta mañana y otros cuentos

“Creía, como decía uno de sus ingleses preferidos, que las libertades particulares se gozan a condición de cierta forma de esclavitud general, y, sin que pudiera evitarlo, notaba cierta bambolla en el lujo de libertad con que se abrían paso los inquietos”. Nueve cuentos escritos por Benedetti entre 1949 y 1958, editados en este libro en 1967, son analizados por la SIDE en búsqueda de referencias marxistas. “Todos los cuentos tienen características rutinarias, a la vez que reseñan ciertos paisajes costumbristas del Montevideo de la década del cincuenta. En general se describen estados de ánimo, se vivencian los diversos sentimientos que puede albergar el alma humana.” El legajo N° 2610, considera que dicho material no tiende a derogar los principios sustentados por la constitución nacional.

Mario Benedetti abandonó Uruguay luego del golpe de estado de 1973, “el poeta del exilio” vivió en Argentina, Perú, España y Cuba para regresar a su país natal en 1985.

Horacio Cavallo Montevideo, Uruguay. Narrador y poeta, ha publicado novelas y cuentos tanto para chicos como para grandes. El silencio de los pájaros, Fabril, La mañana olvidada y Hojas de otoño son solo algunos de los títulos de su vasta obra. Además, ha participado de diversas antologías tanto en Uruguay como en el extranjero.

juan carlos onetti. para una tumba sin nombre

Editada en Montevideo en 1968, esta obra es analizada por la Asesoría literaria del departamento de coordinación de antecedentes de la SIDE en 1976. Narra la historia del encuentro amoroso de dos jóvenes, ella una prostituta que ejerce su oficio en las cercanías de la estación Constitución y él un joven estudiante que pertenece a una acomodada familia provinciana. Junto a ellos, como parte inseparable de la pareja, aparece un chivo, animal que acompaña a la joven en sus andanzas y le sirve como pantalla para su real actividad. En su conclusión, el legajo N° 2618 señala que no existen en dicha obra referencias marxistas que lesionen los principios constitucionales.

“Nunca me podré arrepentir de nada porque cualquier cosa que haga sólo podrá ser hecha si está dentro de las posibilidades humanas”. Era su lema, digamos. Lo había pintado en una cartulina, lo clavó el primer año encima de su cama en la pensión. Yo lo aprendí de memoria y muchas veces me burlé de él, repitiéndoselo cuando lo veía vacilar por una razón moral. Es fácil decir cosas. Pero aquel año, con Rita, aflojó frente a la tentación de vivir dentro de la irresponsabilidad de acuerdo con el lema que vaya a saber a quién se lo robó. Entonces, el dinero que le mandaban de Santa María lo regalaba a los comunistas o a los anarquistas; a un loco o un pillo que aparecería cada principio de mes, cualquiera fuese el lugar a donde los hubieran desplazados con el chivo inmundo y por su culpa”.

Onetti se exilió en España, huyendo de la dictadura uruguaya y luego pasar tres meses encarcelado, acusado de haber sido jurado de un concurso literario donde se premió una obra prohibida por las autoridades.

Carlos Ríos Santa Teresita, provincia de Buenos Aires. Poeta y novelista. Fue seleccionado por el poeta David Huerta para integrar el Anuario de Poesía Mexicana 2005, publicado por el Fondo de Cultura Económica y en ese mismo país, donde residió entre 2002 y 2009, fue finalista, ganador y jurado de varios premios literarios. Actualmente coordina talleres de lectura y escritura en cárceles bonaerenses.

EDUARDO GALEANO. LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA

“Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos, otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron porque nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo en América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno”.

Considerado uno de los libros esenciales de la literatura política latinoamericana,  Las venas abiertas de América Latina fue censurado por las dictaduras militares de Uruguay, Argentina y Chile. Quien desarrolla el legajo N° 2276 no escatima citas textuales del libro durante todo el informe, intuye seguramente, que no hay palabras más contundentes para justificar su censura que las del propio autor.

Dicho libro hace un permanente planteo de las luchas de clases en todas las circunstancias históricas de América Latina, para lo cual ubica entre las clases “dominantes” a los conquistadores y colonizadores, al principio, y a la “oligarquía, la burguesía, imperialismo y  empresas multinacionales” después.

Si bien el libro está basado en hechos y circunstancias reales y su fundamentación es bastante extensa, la utilización de estos elementos es tendenciosa y observada desde el punto de vista materialista (marxista) ya mencionado, donde la unilateralidad lleva a la causalidad a desvirtuarse y diluirse.

Eduardo Galeano se exilio en Argentina y luego en España, allí escribió “Memorias del Fuego”. Regresó en 1985 a Montevideo donde falleció en 2015 a los 74 años.

Horacio Fiebelkorn La Plata, provincia de Buenos Aires. Poeta y periodista, es autor de Elegías, Tolosa, El sueño de las antenas y Poemas contra un ventilador, entre otros. En los 90 fue coeditor de la revista de poesía La novia de Tyson. Actualmente dicta talleres de poesía en forma presencial y virtual.

HAROLDO CONTI. MASCARO EL CAZADOR AMERICANO

El presente libro presenta un elevado nivel técnico y literario, donde el mencionado autor luce una imaginación compleja y sumamente simbólica. En 1975, Conti fue galardonado con el Premio Casa de las Américas por su novela Mascaró el cazador americano. Pero lo que podría ser parte del argumento de premiación es en realidad una cita del informe de inteligencia donde la SIDE analiza minuciosamente la obra.

“Oreste despertó detrás de una reja. En el primer momento creyó que, como ocurría al final de la visita del señor Tesero, estaba en la jaula del chimpancé. Cambió de idea cuando apareció un gorila con uniforme de rural y sin decir palabra lo molió minuciosamente a palos. El tratamiento duró varios días, o meses o tal vez años. El gorila reaparecía a cualquier hora y lo golpeaba con idéntica prolijidad. Oreste hasta llegó a acostumbrarse”.

Por último, se aprecia una suerte de “solidaridad” en este grupo, de “aventureros”, quienes se pasan “mensajes” a través de los cuales perecen “entenderse y ayudarse”. Los pasajes finales muestran las torturas de que es objeto otro personaje, “Oreste”, sin que se expliquen los motivos o causas del “torturamiento” salvo la “crueldad, brutalidad o fatal de ideas” de la “represión”. Se explica en el legajo N° 2516 L, que recomienda la censura de la novela que interpretan, en forma implícita, de orientación “marxista” sin temor a errores.

Haroldo fue secuestrado y desaparecido en Buenos Aires el 5 de mayo de 1976.

Selva Almada Villa Elisa, provincia de Entre Ríos. Sus textos han sido traducidos al francés, el portugués y el italiano. Sus obras El viento que arrasa, Ladrilleros y No es un río, conforman una «trilogía de varones» como ella la denomina. Además, fue finalista del Premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón por Chicas muertas, su crónica de no-ficción donde visibilizó tres femicidios ocurridos en tres provincias argentinas en los años 80.

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