La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la Asociación por los derechos humanos de Pergamino y el Colectivo antirrepresivo 7 inauguraron “Contar lo urgente, encierro y violencia estatal en democracia”, una propuesta para recorrer el sector de los calabozos del sitio de memoria ex Comisaría 1ª, que conserva las marcas de la masacre ocurrida el 2 de marzo de 2017. Una iniciativa que invita a pensar desde la materialidad del espacio, las condiciones que hicieron posible la masacre y que aún persisten en los lugares de encierro, particularmente en las comisarías bonaerenses.
“Desde hace muchos años construimos esa memoria de la dictadura, en la justicia, en las escuelas, y me pregunto dónde queda esa memoria cuando existen las condiciones de posibilidad para que estos hechos de violencia estatal sigan ocurriendo. Tenemos que seguir construyendo para no quedarnos en la memoria de lo que pasó sino para generar conciencia, para que esa memoria nos sirva para pararnos frente a las injusticias”, señaló la integrante de la CPM Ana María Soffiantini en el acto de inauguración de la recorrida por el sector de calabozos del sitio de memoria ex Comisaría 1ª de Pergamino.
La primera vez que Soffiantini, sobreviviente de la ESMA, recorrió estos calabozos había dicho “esto es peor que capucha”, en alusión al lugar de reclusión de las personas secuestradas en el centro clandestino de detención. Esa frase está impresa ahora en una de las paredes del sector de calabozos y es una de las primeras marcas con la que se encuentran las personas al recorrer el espacio.
“Este espacio expresa una memoria del presente, de lo que sigue pasando. Abrir el sector de calabozos es dejarnos atravesar por la emoción y pensar en las condiciones que lo hicieron y lo hacen posible. Porque esto puede volver a pasar. Pensar cómo estamos involucrados en eso que vemos, que recorremos. Leer y comprender esa materialidad brutal es parte de la propuesta pedagógica de este recorrido”, remarcó la directora general de la CPM Sandra Raggio durante la inauguración.
“Cuando ocurrió esta masacre, algunos calabozos de esta comisaría ya estaban clausurados por la justicia por las condiciones de detención o luego de muertes que ocurrieron antes en este mismo lugar. Recorrer estos calabozos y buzones, de dimensiones pequeñas, sin ventilación ni luz natural, permite conocer y entender cuáles son las condiciones en las que se encuentran las personas detenidas hoy en comisarías bonaerenses y que se constituyen en graves violaciones de derechos humanos”, agregó el secretario ejecutivo e integrante de la CPM Roberto Cipriano García.
El recorrido por el sector de calabozos permite observar no sólo la materialidad intacta del lugar sino también las huellas de la masacre ocurrida el 2 de marzo de 2017 y en la que murieron siete jóvenes. Las celdas alcanzadas por el incendio se conservan en el mismo estado en el que se encontraron tras la masacre, con las marcas del fuego y los objetos que quedaron en el lugar.
“Recorrer este espacio va a ser una experiencia fuerte, emotiva, sólo basta que miren, que vean, esa reflexión debe hacernos mejor como personas. En un momento donde sectores de la sociedad abrazan discursos de derecha, de mano dura, desde el espacio queremos tender redes para que la sociedad pueda venir y ver”, dijo el presidente de la Asociación por los derechos humanos de Pergamino Rubén Santucho.
“Con el dolor de forma permanente, las familias de los siete chicos que murieron en la masacre se organizaron y lucharon; si hubo condenas y si hoy estamos en esta comisaría convertida en un sitio de memoria es porque las familias y una parte de la sociedad se movilizaron. Este lugar será visitado por escuelas, agrupaciones juveniles, trabajadores y trabajadoras, va a ser parte del debate de la comunidad, una tarea política inmensa para construir con memoria y verdad la justicia que queremos para todos los pibes”, agregó el integrante de la CPM Víctor Mendibil.
La apertura al público de los calabozos se realiza luego de los trabajos de limpieza y conservación del espacio, que coordina el equipo de Investigación y sitios de la CPM y que forman parte de las tareas que desarrolla la CPM desde que, en el marco de la ordenanza que creó el sitio de memoria, se le fuera entregado en comodato el edificio para su preservación.
Una ordenanza municipal que fue votada por unanimidad y acompañada también por el Municipio de Pergamino. En ese sentido estuvieron presentes en el acto de inauguración dos de las concejalas que impulsaron la misma, Leticia Conti y Laura Clarck.
“Para nosotras siempre es difícil estar acá, espero que este espacio permita conmovernos para construir una sociedad con más empatía, donde se garanticen los derechos de nuestros jóvenes y donde la respuesta del Estado no sea la que hubo acá: dejarlos morir”, cerró Cristina Gramajo, integrante del colectivo antirrepresivo 7 y mamá de Sergio Filiberto, una de las víctimas de la masacre.