Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la
Provincia de Buenos Aires (Ley Nacional 26.827)

Al menos diez personas trans y travestis detenidas en la alcaldía Roberto Petinatto de La Plata denunciaron torturas y malos tratos por parte del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Permanecen encerradas en aislamiento extremo en un espacio destinado a varones, son humilladas y discriminadas constantemente, tienen serios inconvenientes para acceder a la salud, la alimentación y han padecido diversas situaciones de abuso sexual. El sábado pasado, la Comisión por la Memoria (CPM) en su carácter de Mecanismo provincial de Prevención de la tortura se hizo presente en el lugar para tomar testimonios y presentó un hábeas corpus colectivo ante el Juzgado de Garantías N 4 en el que solicita intervención para dar curso a los reclamos de las víctimas. La denuncia había sido realizada ante la CPM por personas detenidas y la asociación civil OTRANS Argentina. 

La Comisión por la Memoria (CPM) en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, presentó hoy un habeas corpus en el juzgado de garantía Nro. 4 de La Plata en favor de la población trans y travesti alojada en el pabellón I de la alcaldía Roberto Petinatto.

Desde la semana pasada, este grupo de 11 detenidas viene denunciando un agravamiento de las condiciones de detención, hecho que que motivó una serie de cambios de pabellón dentro de la misma Alcaldía que lejos de resolver la situación generó nuevas condiciones para la vulneración de sus derechos.

El sábado pasado, una vez que se conocieron los hechos, un equipo de la CPM se hizo presente en el lugar para tomar testimonio de manera personal y confidencial a cada una de las detenidas y realizar una inspección ocular. 

Entre los hechos denunciados se encuentran la desatención de la salud, escasa alimentación, un régimen de vida marcado por el aislamiento extremo y un trato violento y discriminatorio por parte del SPB.

Diez de la detenidas tienen HIV y si bien manifestaron recibir la medicación correspondiente, denunciaron que no pueden acceder a una dieta especial ni a controles periódicos. Tampoco se les garantiza medicación para patologías crónicas (como por ejemplo Budesonida para EPOC) y que son sus familiares quienes terminan suministrándola. 

Por otro lado, como el acceso al área de Sanidad depende de la intermediación del SPB, por lo general sucede que las personas no son llevadas ante una necesidad o se ven obligadas a insistir durante tiempos prolongados hasta se atendidas.

En relación a la alimentación, la comida del penal llega de manera diaria cerca de las 16 horas, pero el pabellón I es el último donde se reparte. Por eso, la comida llega fría o en estado de descomposición y siempre es escasa. 

Como estrategia de supervivencia, las personas refuerzan esta alimentación con viandas que llegan en encomiendas los días lunes, miércoles y viernes por familiares. Si bien son depositadas a las 11 AM, las mismas son ingresadas entre las 17 y 19 hs. No obstante, también denunciaron faltantes de mercaderías, cigarrillos y elementos de higiene personal.

En cuanto al régimen de vida, manifestaron estar fuera de la celda una hora por día por separado, y una hora y media todas juntas en el pabellón, en el horario del almuerzo. Luego, son encerradas en sus celdas donde permanecen cerca de 21 horas en aislamiento extremo. 

No cuentan con salidas recreativas, ni acceso al patio, puesto que es una cárcel de varones y el SPB no les permite tener contacto, ni que circulen por los mismos espacios. 

Otro tema es la higiene personal: el sector de duchas está completamente descubierto y fácilmente visible desde el pasillo, no existe mampara, cerramiento o cortinas que garanticen la intimidad de las personas que allí se duchan. Las ventanas dan de manera directa al sector de control y a otros pabellones que son habitados por varones.

Finalmente, las detenidas denunciaron un trato violento y discriminatorio por parte de los agentes del SPB. En este sentido, aludieron puntualmente a las requisas y controles psicofísicos que son realizados bajo custodia de personal masculino. En ese momento reciben burlas, humillaciones y destrato.

Además, varias de las detenidas denunciaron que sus traslados a la Alcaldía habían sido en camiones junto a la población de varones, y que allí fueron víctimas de humillaciones y violencia sexual por parte de otras personas detenidas o el personal del SPB.

Por todo esto, la CPM presentó hoy una habeas corpus colectivo en favor de estas personas. Allí se le solicita al Juez que “Se constaten los hechos denunciados verificándolos en forma directa e inmediata a los efectos de dar trámite al reclamo de las personas detenidas.

Del mismo modo, se solicitó que se prohíba la utilización de regímenes de aislamiento absoluto o excesivo, así como también de distintas modalidades de encierro dentro de un mismo pabellón. Además, solicitó que se realicen las reparaciones necesarias a fin de garantizar un alojamiento digno y se ordene el respeto del derecho a la salud de las personas alojadas en este pabellón.

Finalmente, el pedido de la CPM contempla que se provean las medidas necesarias para prevención de las violencias de género y las vinculadas a garantizar el derecho a la igualdad y no discriminación.

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